ALIANZAS Y ANILLOS DE COMPROMISO
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Cuento de amor entre Dos Estrellas. El triángulo de verano.
Erase una vez, una princesa de excepcional belleza, llamada Orihime (la estrella Vega, en la constelación de Lyra), que se enamoró de un pastor llamado Hikoboshi (la estrella Altair, en la constelación de Aquila).
Aunque trabajaba sin parar y disfrutaba mucho de su trabajo, se sentía muy sola.
El padre de ésta, el Rey Celestial Tenkou, le preocupaba que se sintiera sola, así que, hizo que se conocieran con un pastor llamado Hikoboshi ( el pastor de las Estellas - la Estrella Altair).
Nada más verse se enamoraron y poco después se casaron. Parecía que la tranquilidad y el amor les iba durar para siempre.
Este amor tan profundo hizo que se descuidaran de sus tareas. Tanto que el rebaño de estrellas que estaba a cargo del Pastor Hikiboshi se escapó y se desperdigó por el cielo.
El Rey se enfadó tanto que decidió castigarlos de la manera más cruel: separó a la pareja colocándolos en los dos extremos de la Vía Láctea para que nunca más pudieran estar juntos.
Orihime e Hikiboshi, rogaron al Rey Tenkou un último encuentro. Este, conmovido por el amor tan grande de la pareja, decidió que tenían derecho a reunirse una vez al año, el día 7 del mes 7 de cada año.
En cuanto tuvieron la primera oportunidad, los amantes intentaron reunirse, pero se dieron cuenta de que no podían cruzar el río que les separaba. Esta nueva frustración hizo llorar tanto a la princesa que una bandada de pájaros fue en su ayuda para construir un puente de alas por las que atravesar la Vía Láctea. Las urracas hicieron la promesas de volver cada año con la condición de que no lloviese; en ese caso, les tocaría esperar al año siguiente.
De este modo, los amantes cada 7 de julio atraviesan la Vía Láctea y se reencuentran en el cielo estrellado. La leyenda cuenta que este encuentro les produce tantísima felicidad, que los amantes conceden deseos el día de su reencuentro.
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